Marketing y publicidad
Los esfuerzos de marketing de una empresa deben centrarse en satisfacer las necesidades de sus público objetivo. Solo entonces se puede decir que se tiene una buena estrategia de marketing.
Es necesario hablar de objetivos lógicos o realistas basados en un estudio previo para conocer la situación comercial inicial de la marca o empresa.
Para que las expectativas sean lógicas, también es necesario conocer la cuota de mercado, el porcentaje del propio volumen de negocios en relación con la competencia. La eficacia a largo plazo puede medirse de una manera menos mensurable que la percepción de la calidad o el estado de la marca más allá de la calidad intrínseca de la misma.
La equidad de la marca es la totalidad de los valores que una marca asume sobre la base de la publicidad, entre otras cosas.
Por ejemplo, en una página de aterrizaje de su sitio web puede tener su propio contenido que ha creado para mejorar la generación de clientes potenciales.
Para aumentar el número de pistas generadas por este contenido, puede que haya hecho un esfuerzo por hacerlo popular, es decir, que otros hayan compartido este contenido con otros a través de sus perfiles personales de redes sociales, aumentando así el tráfico en la página de destino.
La publicidad incluye la colocación de un anuncio en medios como periódicos, correo directo, vallas publicitarias, televisión, radio e Internet. Cabe señalar que la publicidad es el mayor gasto en la mayoría de los planes de comercialización.
Muchos creen que la publicidad tradicional es una tortura frente a las nuevas estrategias de marketing entrante, el método amistoso que ha surgido para saludar a los clientes en lugar de asaltarlos y perturbar sus actividades diarias.
La invención de cada nuevo medio ha traído cambios revolucionarios en la relación entre las empresas que ofrecen bienes y servicios y los clientes, donde parecía no haber vida después de la muerte.
Tal como lo vemos hoy, el inbound marketing nació, floreció y se extendió por Internet, sin límites espaciales o temporales, durante poco más de una década. El espacio se abrió ante un sector empresarial escéptico cuando Internet comenzó a convertirse en el medio por excelencia.
Para implementar la comercialización por correo electrónico, se necesita un autocontestador (como Mailchimp o Aweber) para «capturar» a los clientes potenciales, enviarles mensajes y construir una relación de confianza a largo plazo, y luego convertirlos en clientes. Antes de pasar a las estrategias de marketing, es importante definir sus objetivos a corto y largo plazo.
Desde que los productos se han puesto en el mercado, ha sido necesario comunicar su existencia; la forma más común de publicidad ha sido la oral.
En Babilonia se encontró una tablilla de arcilla con inscripciones para un comerciante de ungüentos, un escribano y un zapatero del año 3000 a.C. De la civilización egipcia, Tebas conoció épocas de gran esplendor económico y religioso; uno de los primeros textos publicitarios se atribuye a esta ciudad muy próspera.
Para lograr este objetivo, la empresa combina la naturaleza y el capital. También es importante el intercambio con otras áreas de la comunicación, como la publicidad o la comercialización.
Aunque estos últimos persiguen objetivos puramente comerciales, debe haber coherencia entre los mensajes de unos y otros para trabajar juntos en la consecución de los objetivos institucionales.